viernes, 12 de diciembre de 2014

Ángulo rojo


Si el cuerpo es siempre profundo pero es aún más profundo en la superficie.

Si los condicionales son de dos tipos reales e hipotéticos.

Si estás empujando, empujando y luego comienza a arrastrarte.

Si la policía en esa ciudad quemase las manos de la gente con un soplete.

Si (cuerpos) muy oscuros o rojizos nadan allí.

Si después ella se sentara como haría una persona mayor, sin los pantalones puestos, confundida.

Si te adentras, si excavas, si te arriesgas a reconstruir.

Si el punto que durante años ha sido alimentado se aviva un poco.

Si la figura sentada empezara con una idea de interrogación.

Si hubiese una calidad de luz eléctrica muy fuerte.

Si tuvieses la idea de la interrogación.

Si la interrogación es un deseo de conseguir información que no se da ni se ofrece libremente.

Si enterrara sin dejar casi huella en lo oscuro de su energía sedente, dentro de tu cuerpo hay otro cuerpo a la deriva.

[Texto del libro Decreación de Anne Carson, Vaso Roto,2014.]

jueves, 20 de noviembre de 2014

Yo no sé decir la muerte de los otros



 

Antonio Vega: Tu voz entre otras mil

aquí el audiovisual.


Yo no sé decir la muerte de los otros. Sé llorar 
sin sílabas, noctambular en la desnoche, 
exiliarme de mi sombra, de tu voz, de la sangre 
de tus dedos. Puedo eyacular tristezas y delirios, 
respirar tu nuca, fracturar y masticar mis huesos. 
Sé beberme los horrores del ensueño, los 
orines de la tarde, los fluidos más espesos de 
este cuerpo dolorido y mutilado. He aprendido 
el ritmo del insomnio, su vaivén, su luz tormento. 
He tenido orgasmos cieguísima de ti, 
tristísima de mí, solísima. Mas yo no sé decir 
la muerte de los otros, no con lo infecundo 
de mi vientre, no desde el aborto de mi tumba.

Plegarias para insomnes, Daniela Camacho


martes, 18 de noviembre de 2014

Como un marinero,ahogado. (Tres fragmentos de Virginia Woolf)





Ginger and Rosa



No estar nunca del todo contenta,del todo segura, porque, en cualquier momento, la bestia se revolvería, aquel odio que, especialmente desde su enfermedad, conseguía que se sintiera arañada, herida en la columna vertebral, conseguía que le doliera el cuerpo y lograba que toda satisfacción provocada por la belleza, la amistad, por sentirse bien,por ser amada y tener un hogar agradable se tambaleara, se estremeciera y se doblegara como si de hecho hubiera un monstruo arrancándole las raíces.

Basta la rigidez del esqueleto de la costumbre para sostener la estructura humana. Donde no hay nada, el sentimiento se ahueca, completamente vacío por dentro.

Lo llamaba naturaleza muerta. Luego venían las visiones. Se había ahogado, decía, y estaba tumbado en una colina con la gaviotas chirriando por encima de él.


(La señora Dalloway, Virginia Woolf)

viernes, 14 de noviembre de 2014

Examen a la puerta del útero


Buscaba un hogar.
Tanteó rostros distraídos, por ejemplo, el rostro
de una mujer que se sacaba un niño de entre las piernas.

(…) Pero las moscas 
las moscas se elevan en nube.

Ted Hughes


miércoles, 5 de noviembre de 2014

Alba Sedmikrasky o Adiós Reina Mia o Hiroshima Mon Amour




Célula microscópica en el lienzo (...) 
eres sangre que brota de la montaña.

Infortunio empolvado de minerales vírgenes
jardín de las delicias con flores negras
que trepan por las raíces de este árbol cadáver.  

Alba Sedmikrasky


(adiós reina mía)

lunes, 29 de septiembre de 2014

Algo digestivo II

 





¿Esperar a qué?

Estamos tan desprotegidos que nos alimentamos de miserias.




Ayer náuseas.

Hoy vómitos.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Hora vacía. Sorda,estéril.






Tengo un cuerpo individual que en nada se transforma,
y soy desechable hasta la médula de los huesos.

*
Prefiero el infierno del caos al infierno del orden.
Les divierten libros que no están ilustrados.
Sólo son más amenos por frases especiales
marcadas con la uña o con un lápiz.
*
Hora vacía.
Sorda, estéril.
Fondo de todas las horas.
*
Se me apagaron para siempre un par de estrellas.
Se me hundió en el mar una isla, otra.
Ni siquiera sé exactamente dónde dejé las garras,
quién trae mi piel, quién vive en mi concha.

Salté de mi pellejo, perdí vértebras y piernas,
me alejé de mis sentidos muchísimas veces.

Desde hace mucho cerré mi tercer ojo ante todo esto,
me despedí de todo con la aleta, me encogí de ramas.

Yo misma me sorprendo de mí misma, de lo poco que quedó
      de mí: un individuo aislado, del género humano por ahora,
que sólo perdió su paraguas ayer en el tranvía.


Wislawa Szymborska

miércoles, 3 de septiembre de 2014

El bebé fantasma sueña la vida más allá del útero


Los ratones comían en el rojo y gordo corazón de su pecho, ella estaba distraída con el amor. 

Un murciélago más grande que tu oreja te mira dormir mientras tú sueñas que estás allí.

Acurrucada en un útero oval y azul, los ojos cerrados, una muchacha sueña con su nacimiento. 

La ballena-luna con un solo ojo te ve llorar, empujando mares marrones en un bote pálido.

Todo mezclado pechos pies genitales pezones manos, ambos se quedan dormidos.

Cuerpo bien abierto, piernas negras hacia abajo, ella come la lengua de él sexo blanco helado de crema.

Pequeña Dama-Corazón de alas rosadas vacila, piernas rosa-coño abiertas cerca de su pito negro y duro.

Muerte y fama, Allen Ginsberg

martes, 2 de septiembre de 2014

Algo digestivo I


Duele este cuerpo y estas manos.
Duele este abismo.
Todos tenemos miedo. Todos estamos aquí.


viernes, 29 de agosto de 2014

He vuelto, ¿por qué?, me digo: ¿Por qué?





Texto-mezcla extraído de La enfermedad y sus metáforas, de Susan Sontang.


El cine es como el cáncer. No,es más infeccioso,es como el sida. El lenguaje es un virus. La categoría de infecciones virales de proceso lento está creciendo. Virus se ha vuelto sinónimo de cambio. La única tradición propia de la música contemporánea es el cambio. Tienes que mutar,como un virus. La peste sólo logrará sobrevivir como metáfora gracias a la idea,cada vez más conocida,de virus. Ahora el sida obliga a pensar que la sexualidad puede tener las más horrendas consecuencias: el suicidio. O el homicidio. Ten cuidado. Sida. No te mueras de ignorancia. Se ha comparado el recuerdo nostálgico de la cultura sexual de los años setenta con el recuerdo nostálgico de la era del jazz vista desde el lado malo del crash de 1929. Consume. Haz lo que quieras. Diviértete. El funcionamiento mismo del sistema económico que ha otorgado estas libertades que no tiene prosperidad material,depende de que se incite a que las personas desafíen las limitaciones. El apetito ha de ser inmoderado. La ideología del capitalismo hace de todos nosotros connaisseurs de la libertad,de la infinita expansión de lo posible. Prácticamente todo tipo de reivindicación ofrece en primer término algún incremento de la libertad. No de cualquier libertad,desde luego. En los países ricos se identifica cada vez más la libertad con la «realización personal». Una libertad gozada o practicada a solas. De ahí que se hable tanto acerca del cuerpo,que vuelve a ser imaginado como el instrumento con el que llevar a cabo,más y más,los distintos programas de mejora personal, de perfeccionamiento de las propias capacidades. Dados los imperativos del consumo y el incuestionado valor que se atribuye a la expresión personal, ¿cómo no iba a ser la sexualidad, para algunos, una opción de consumo, un ejercicio de la libertad, de una mayor movilidad, de ampliación de fronteras?. El gusto por los guiones que terminan de la peor manera posible refleja la necesidad de dominar el miedo ante lo que parece incontrolable. También expresa una complicidad imaginativa con el desastre. El sentimiento de malestar o de fracaso cultural da lugar a un deseo de barrerlo todo. Nadie quiere una peste, claro. La realidad se ha bifurcado,convirtiéndose en la cosa real y una versión alternativa de sí misma, y ello por partida doble. Están el hecho y su imagen. Y están el hecho y su proyección. Pero tal como los hechos reales a menudo no parecen más reales que sus imágenes, y piden ser confirmados por sus imágenes, también nuestra reacción actual ante los hechos busca ser confirmada, con el apoyo del cálculo adecuado, en el esquema mental del hecho en su forma proyectada y última. La conciencia del futuro es un hábito mental, y una corrupción intelectual, tan específica como la conciencia histórica que, como lo señaló Nietzsche, transformó el pensamiento. Ser capaz de estimar cómo se desenvolverán las cosas en el futuro es un subproducto inevitable de una comprensión más sofisticada (cuantificable, probable) de los procesos, tanto sociales como científicos. La mirada al futuro, que estaba vinculada a una representación lineal del progreso, con los nuevos conocimientos de que disponemos, jamás soñados, se ha convertido en la visión de un desastre. Dos tipos de desastre, en verdad. Y un vacío entre ambos.